Los jóvenes ponen en forma el negocio del fitness

¿Cuál es el lugar que engancha tanto al joven de 15 años como al senior de 70 años? Hace unas décadas la respuesta habría sido el cuarto de la tele, pero actualmente el sedentarismo se ha sustituido por una mucho más saludable: hacer ejercicio en el gimnasio. Hoy, el cuidado del cuerpo y la atención al bienestar físico y mental se han convertido en cuestiones irrenunciables en nuestras vidas.
Esta filosofía está provocando un claro resurgir de la industria del fitness, muy tocada tras el COVID, y que, sin embargo, actualmente está en pleno crecimiento, ofreciendo nuevas oportunidades de negocio para inversores. De hecho, en los últimos meses se han conocido significativas operaciones corporativas en el sector.
El optimismo por el futuro del negocio obedece a varios motivos. “El primero”, señala Gonzalo Roca, managing director de Banca de Inversión en Arcano Partners, “es que hay un interés creciente de los más jóvenes en temas de salud y de estética, que está cambiando el sector, expandiéndolo de forma piramidal”.
Según un reciente estudio de OBS Bussines School (https://www.obsbusiness.school/actualidad/informes-de-investigacion/informe-obs-la-industria-del-deporte-y-el-fitness), el 40% de los jóvenes españoles entre 14 y 24 años, van al gimnasio. “Para ellos, no solo existe una vertiente deportiva, también hay una social. Los jóvenes se encuentran allí como parte de su ocio, van en grupo a entrenar, le dan importancia al espacio, a la luz, a los espejos, a las redes sociales...”, señala Roca. Las grandes cadenas de gimnasios lo saben y eso es precisamente lo que les ofrecen, aprovechando muy bien este nuevo nicho de mercado.
Se trata de un grupo de población muy sensible al precio, que se dirige mayoritariamente a cadenas low cost, con un coste de unos 20 euros al mes. Sin embargo, los analistas perciben que ese precio está incrementándose porque esos mismos jóvenes están dispuestos a pagar un poco más y tener, por ejemplo, vestuarios más grandes y cómodos. Es lo que se ha comenzado a llamar gimnasios smart cost.
Minimizar la rotación
El gran reto es fidelizar a este segmento de población. El porcentaje de rotación en los gimnasios low cost es de entre el 12%y el 14%, lo que supone que, en un año, ha cambiado prácticamente toda la base de clientes de un centro. “Algo que contrasta con el grado de rotación mucho más bajo que se da en el denominado segmento concesional, es decir, aquellos centros deportivos gestionados bajo un modelo de concesión administrativa. Nacieron en la Barcelona de los Juegos Olímpicos y se han hecho muy populares en España”, resume nuestro managing director de Banca de Inversión.
En este otro modelo, el operador privado invierte en su mantenimiento y operación durante un tiempo determinado, a cambio de un canon, mientras que el Ayuntamiento o la entidad pública mantiene la propiedad de las instalaciones. Son centros deportivos mucho más grandes, con una oferta que suele incluir áreas como piscinas, salas de fitness, actividades dirigidas y zonas de spa, “por lo que son ideales para familias, cuyos miembros acuden todos por unos 75-80 euros al mes. La rotación en este caso no supera el 3%, lo que los hace muy rentables”. Es así, ya que el sector concesional disfruta de márgenes de EBITDA superiores al 45%, mientras que en los centros low cost el resultado operativo ronda el 30%.
Algunos de los principales operadores en este segmento en España son cadenas como Go Fit, Sidecu y Forus , que gestionan una parte significativa de las instalaciones deportivas del país. Las 30 principales cadenas de gimnasios alcanzaron una facturación conjunta de más de 1.050 millones de euros en 2023, lo que representa un incremento del 45,5% interanual, Eso significa cuadriplicar el avance ese mismo año del sector de comida rápida, que fue del 10,9%. Es decir, el interés por la salud y el deporte ganan por goleada a hábitos nutricionales cuestionables.
Y es precisamente este segmento concesional el que está atrayendo el interés de los inversores que históricamente se dirigía a infraestructuras convencionales. Ahora han percibido que un gimnasio también se entiende ya como un servicio básico para el día a día de la población.
¿Cómo crecer?
La realidad es que hoy la industria del fitness, tras un período de unos veinte años en los que había mucho espacio libre para nuevas aperturas tanto en áreas metropolitanas como en ciudades de segundo orden, busca nuevas formas de crecer. En el segmento low y smart cost lo están haciendo a través de fusiones y adquisiciones. La más significativa en 2024 ha sido la compra por parte del fondo de capital riesgo Providence, propietaria de Viva Gym, de su competidora Altafit. Con esa operación ha alcanzado los 400 centros y compite directamente con uno de los gigantes del sector, BasicFit. Este operador, a su vez, ha comprado los gimnasios de McFIT y varios de alta gama de Holmes Place en España. Por su parte Forus ha liderado varias adquisiciones en años recientes, integrando gimnasios previamente gestionados por otras marcas como Holmes Place. “Y aún veremos más operaciones de este tipo”, señalan los expertos.
La otra vía de crecimiento es la internacionalización, por la que ha apostado el segmento concesional, que ha optado por expandirse fuera de nuestras fronteras principalmente en Italia y Portugal.
En esta radiografía de la nueva industria del fitness, donde dominan las grandes cadenas, resisten los denominados gimnasios boutique, locales pequeños que se centran en el ejercicio en grupo y se especializa en una o dos áreas de fitness (boxeo, yoga, entrenamiento personalizado, etc.) y también los llamados gimnasios premium, pero ambos con precios más elevados y dirigidos a un público mucho menos numeroso.
En definitiva, para cada vez más gente hacer ejercicio físico ya no es una opción, es una necesidad en sus vidas. De la misma manera, los gimnasios no son una infraestructura complementaria, ya son imprescindibles para la sociedad.